Si diriges una empresa en crecimiento, en plena expansión y con capacidad para adquirir una posición relevante en su sector, este artículo podría interesarte.

La globalización de la economía obliga a las empresas a la especialización, el crecimiento y la expansión internacional. Un panorama exigente, sin duda.

En este entorno, las empresas que quieran tener éxito, deberán apalancar sus esfuerzos en algunos pilares básicos, como son:

  • Un producto/servicio con elementos claramente diferenciales (calidad, coste, diseño, etc.)
  • Un Plan Estratégico competente, compartido y en ejecución
  • Un Equipo Directivo excelente y una organización bien diseñada y motivada
  • Una Financiación adecuada, que no represente una limitación al crecimiento

De Estrategia y Equipo hablaremos otro día. Hoy quiero centrarme en la palanca de la Financiación, y muy específicamente, en la incorporación de un Fondo de Capital Riesgo en el accionariado de la Compañía.

Si los planes de la empresa son ambiciosos, probablemente requerirán de un volumen de recursos financieros elevado. Cubrir esas necesidades exclusivamente con deuda, implicará, como mínimo, tres efectos indeseables: (1) un desajuste de la estructura de balance, (2) un incremento del riesgo del proyecto, que deberá asegurar retornos compatibles con los calendarios de amortización de la deuda y (3) limitaciones al crecimiento, pues la capacidad de captar deuda no es, en ningún caso, ilimitada.

Es por todo ello que valorar la figura del Capital Riesgo como una herramienta para potenciar el desarrollo de la empresa puede ser una buena idea.

Sin ánimo de ser exhaustivo, un Inversor Profesional (Fondo de Capital Riesgo), puede aportar:

  • Por supuesto, los recursos financieros que requiera el proyecto de crecimiento
  • Una mejora en la Estructura de Balance de la empresa
  • Profesionalización de la Gestión, a través de la creación de un Consejo de Administración profesional
  • Propuestas de mejora del Modelo de Negocio, a partir de la observación de otras empresas a nivel global
  • Posibilidad de adquirir otras empresas, ya sea para aumentar cuota de mercado, ya sea para introducirse rápidamente en un nuevo mercado
  • Preparación de la Compañía para su salida a un mercado negociado de acciones (bolsa)
  • Puede ser un catalizador en procesos de sucesión empresarial

Es importante tener en cuenta que no todos saben de todo ni todos son iguales. La búsqueda y selección del inversor será funadmental para asegurarse de incorporar aquel Fondo con mayor capacidad de aportar valor en los ámbitos que sean más convenientes para cada empresa.

Tras unos años de sequía en el mercado Español (entre 2008 y 2014 la actividad del Capital Riesgo en el mid-market ha sido muy escasa como resultado de la crisis financiera global) observamos como la situación comienza a normalizarse, con la aparición de nuevos Fondos, tanto nacionales como internacionales, con una clara estrategia de inversión.

Las experiencias vividas (o, en muchos casos, sufridas) en el período de crisis, han obligado a redefinir estilos y políticas de inversión, para acercarlos mucho más a algo que sea atractivo para el empresario y adecuado para el negocio. De este modo, cada vez más Fondos están incorporando en sus políticas aspectos como: salida del Fondo en un plazo de entre 5 y 7 años, salida a través de una posible recompra por parte del empresario, niveles de rentabilidad esperados más razonables, inversión en minoría, etc. Es decir, se ha avanzado en focalizarse en el negocio y no en el ámbito estrictamente financiero de la inversión.

Estoy convencido de que se está abriendo una excelente oportunidad. Si piensas que puede ser una alternativa para tu empresa, ahora es el momento.

By Joan Alsina_Socio Director_ACCESO Corporate Partners