Las empresas evolucionan y, a medida que se desarrollan, su complejidad, interna y externa, se incrementa.
Es necesario que la organización no tan sólo siga el ritmo de crecimiento del negocio, sino que tenga la capacidad de impulsarlo hacia nuevas cotas.
Hacer una revisión periódica de la alineación de las capacidades del equipo con las necesidades de la empresa, es una responsabilidad de la alta dirección para asegurar la competitividad futura de la organización.
Nuestra propuesta se basa en dos fases bien diferenciadas:
- La Valoración del Equipo Directivo, en aspectos como:
- La adecuación de las capacidades profesionales de sus miembros
- El perfil competencial
- El potencial que ofrece para el desarrollo de la Estrategia de la compañía
- La emisión de recomendaciones en cuanto a:
- Necesidades de formación para el desarrollo de capacidades
- La definición de nuevas posiciones en la organización
- Cambios en el diseño del organigrama y/o la ubicación de las personas en el mismo